Tradicionalmente, la mujer es quien en forma predominante dedica la mayoría de su tiempo al cuidado de una persona afectada por algún padecimiento físico o mental. Según la Secretaría de Salud Pública de Granada (2004) hasta el 24.5% de mujeres se encargan del cuidado de los enfermos del hogar, en comparación con el 16.6 % de los hombres. En ocasiones la mujer llega a convertirse en la cuidadora primaria del paciente, siendo de la red social inmediata, generalmente familiar, hija, esposa, madre o hermana, sin retribución económica por el servicio prestado. La carga sufrida por la cuidadora primaria puede ser intensa, tornándose en un evento crónicamente estresante que afecta diversas áreas de su vida.
El cuidado primario realizado por las mujeres tiene implicaciones familiares, económicas, laborales y sociales que se relacionan con la aparición de sintomatología ansiosa y depresiva clínicamente relevante. Esta puede afectar la calidad de vida y la funcionalidad de la cuidadora; sin embargo, siendo el paciente el principal objetivo de atención de las instituciones de salud y no así sus cuidadoras, muchas veces sus problemas emocionales no son atendidos y quedan frecuentemente al margen y con un sinnúmero de exigencias.
De acuerdo con Medina-Mora y cols. (2003), la ansiedad y la depresión constituyen los trastornos mentales más frecuentes en México. Son pues muchas las mujeres que fungen como cuidadoras primarias de pacientes, y en una gran proporción esta tarea sobrepasa su propia capacidad física y mental por las demandas del tipo de paciente a su cargo.
La terapia psicológica, aplicada en forma individual o grupal ha demostrado ser un modelo eficaz para el manejo de la depresión y ansiedad, por lo que se considera imperiosa la necesidad de apoyar psicológicamente, en forma efectiva a estas personas, cuidadoras primarias, que en forma silenciosa sufren las consecuencias de acompañar en forma cercana a un paciente con trastorno físico o mental, mediante un programa que pueda estar al alcance de todos, para la mejora de la salud mental en esta población vulnerable.